PUBLICA UN INFORME MUY CRÍTICO EN EL QUE LE EXIGE QUE
DENUNCIE A LA POLICÍA A TODOS LOS PEDÓFILOS
La ONU
acusó este miércoles al Vaticano de violar la Convención de Derechos del Niño,
tras publicar un informe muy crítico en el que le exige que denuncie a la
policía a todos los pedófilos. En las conclusiones de un informe, el comité
urge a la Santa Sede a “apartar de inmediato de sus funciones a todos los
autores conocidos y sospechosos de abusos sexuales a niños, y denunciarlos a
las autoridades competentes para que los investiguen y procesen”.
El informe
ha sido publicado tras una audiencia celebrada el pasado mes en Ginebra, en la
que miembros del comité, compuesto por 18 expertos en derechos humanos de todo
el mundo, interrogaron a una delegación del Vaticano sobre su política de lucha
contra la pedofilia. Al preguntársele si el informe acusa al Vaticano de violar
la Convención de Derechos del Niño de la ONU en lo que respecta a abusos
sexuales, la presidenta del comité, Kirsten Sandberg, respondió: “La respuesta
es sí, hasta ahora han violado la Convención, porque no han hecho todo lo que
deberían” para atajar este problema.
En el
informe, el comité afirma que la Iglesia Católica no ha hecho aún lo suficiente
para cumplir su compromiso de erradicar la pedofilia. El comité de la ONU
destaca “su profunda inquietud por los abusos sexuales cometidos contra niños
por miembros de iglesias católicas que operan bajo la autoridad de la Santa
Sede”, y recordó que estos crímenes cometidos por religiosos conciernen a
“decenas de miles de niños de todo el mundo”.
“El Comité
está muy preocupado de que la Santa Sede no haya reconocido la amplitud de los
crímenes cometidos, no haya tomado las medidas apropiadas para afrontar los
casos de pedofilia y para proteger a los niños y haya adoptado políticas y
prácticas que han propiciado la continuación de los abusos y la impunidad de
los autores”, añade el texto.
“Movilidad
de los criminales” El informe critica en particular la política de mutar
de parroquia a los sacerdotes pedófilos, una práctica que considera como un
intento de encubrir los crímenes y evitar que sean juzgados por las autoridades
civiles. “La práctica de la movilidad de los criminales, que ha permitido a
muchos sacerdotes permanecer en contacto con niños y seguir abusando de ellos,
continúa exponiendo a niños de numerosos países a un alto riesgo de sufrir
abusos sexuales”, escribe el informe. Al igual que otros firmantes de la
Convención de la ONU de los Derechos del Niño en 1989, el Vaticano está
sometido a la vigilancia del comité.
La del
pasado mes fue la primera comparecencia desde que estalló el escándalo de
abusos sexuales en numerosos países, de Europa, América Latina y Estados
Unidos. Desde 2001, los casos de pedofilia cometidos en el seno de la Iglesia
fueron tratados de forma interna por la Congregación para la Doctrina de la Fe,
el equivalente de un ministerio de Justicia en el Vaticano. El comité de la ONU
se queja de que no ha recibido datos de todos los casos de pedofilia estudiados
por la Congregación, ni sobre los castigos resultantes. Además criticó el
recurso a “medidas disciplinarias que han permitido a la gran mayoría de
autores y a casi todos los que encubrieron abusos a niños escapar a la justicia
de los países donde se cometieron esos crímenes”. El comité ha fustigado con
especial virulencia el “código de silencio” impuesto al clero bajo amenaza de
excomunión.
Benedicto
XVI, papa de 2005 a 2013, fue el primero en disculparse por los abusos
cometidos contra menores, y propugnó una política de tolerancia cero, que según
sus críticos no se ha visto acompañada de todas las medidas apropiadas para
eliminar el problema. Su sucesor, Francisco, dijo que la pedofilia en el seno
de la Iglesia es una “vergüenza”, y en diciembre creó una comisión para
investigar estos crímenes, prevenirlos y atender a las víctimas. El comité de
la ONU dio la bienvenida a la iniciativa, objetando no obstante que ésta no va
lo suficientemente lejos y que la Santa Sede debería crear un organismo
independiente de derechos humanos para ocuparse de la cuestión. También dijo
que los archivos de la Iglesia deberían abrirse para que rindan cuentas los
culpables de pedofilia y sus cómplices.
AFP, Ginebra.
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