"El fin no es la crítica por sí misma, sino construir en el bien el mejor destino para la Legión" y secundar "una propuesta de cambio" que se impulsa actualmente desde el Vaticano, afirmó en una entrevista con Efe Nelly Ramírez Mota (Ciudad de México, 1973).
La autora se ha propuesto en la obra testimonial explicar cómo funciona el "sistema" que el fundador de la congregación, Marcial Maciel (1920-2008), montó y que permitió que los Legionarios de Cristo se expandieran tanto en tan poco tiempo.
La Legión "también sirvió para perpetuar en el tiempo las perversiones del mismo Maciel con total impunidad", asegura Ramírez, quien entregó doce años de su vida (1997-2009) a esa congregación y al movimiento Regnum Christi como "consagrada", como se conoce a las mujeres que hacen "promesas de pobreza, castidad y obediencia".
"Las reglas internas y la cultura legionaria generan represión y pérdida de libertad, corrupción, fariseísmo, doble moral, secretismo, superficialidad espiritual, infantilismo, despersonalización, desánimo, y crisis emocionales con graves consecuencias para la salud de sus miembros"
En la obra colaboraron "exmiembros de legionarios, consagradas, gente que se había salido e incluso sacerdotes de otras congregaciones" que dieron a la autora luces sobre "los puntos que había que cambiar, dónde existía manipulación, cómo la obediencia no era eclesial ni evangélica" y "cómo la forma de hacer apostolado, tampoco".
Para Ramírez Mota, el propósito del libro es "exponer la otra cara de las cosas, la verdad, lejos del discurso institucional" de los Legionarios de Cristo, a cuyos miembros puede ayudar a aclarar ideas en el plano individual e institucional.
"Para todos tiene que empezar un discernimiento personal, luego institucional. Y sí me parece indispensable que se pongan los medios para que las opciones que se tomen, sean en libertad", apuntó.
Recordó que el fundador "lo era todo, el dios encarnado", para los católicos que pertenecían a la congregación, una especie de "autoridad absoluta" y quien, por reglas como la del "cuarto voto", pudo ocultar los graves abusos que cometió.
Este mecanismo, ya abolido, fue impuesto por Maciel para obligar a sus sacerdotes, bajo pena de excomunión, a no criticar ni denunciar a sus superiores, entre ellos al propio fundador.
La obra está dedicada a aquellas personas que tuvieron vínculos con los Legionarios y el movimiento Regnum Christi y que "aun, en medio de grandes dificultades, tuvieron la valentía y la constancia de exigir la verdad", así como al papa Benedicto XVI.
El pontífice castigó a Maciel el 19 de mayo de 2006 por los abusos sexuales que durante décadas infligió a seminaristas, por sus "gravísimos e inmorales" comportamientos y por la vida que llevó "sin escrúpulos y sin verdadero sentimiento religioso".
En marzo de 2009 Benedicto XVI ordenó a cinco obispos inspeccionar la orden y a principios de este año los Legionarios reconocieron que Maciel abusó sexualmente de menores, tuvo "otros graves comportamientos" (consumo de drogas) y varios hijos con diversas mujeres.
En mayo de 2010 el Vaticano difundió un duro comunicado sobre la vida oculta de Maciel, en la que confirmó las acusaciones contra él y sus vergonzantes comportamientos.
Para el experto en temas religiosos mexicanos Roberto Blancarte, quien prologó el libro de Ramírez, "las reglas internas y la cultura legionaria generan represión y pérdida de libertad, corrupción, fariseísmo, doble moral, secretismo, superficialidad espiritual, infantilismo, despersonalización, desánimo, y crisis emocionales con graves consecuencias para la salud de sus miembros".
Fundada en México en 1941, la Legión de Cristo cuenta con unos 900 sacerdotes y 3.000 seminaristas y está establecida en dieciocho países, además de tener 70.000 miembros laicos del Regnum Christi. EFE
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