NOTICIAS DEL AYER: EL LADO OSCURO DE JUAN PABLO II

En medio de la alegría de millones de católicos por la beatificación de Karol Wojtila (Juan Pablo II) el próximo domingo, 1 de mayo, han surgido numerosas voces críticas, que consideran que el antecesor de Benedicto XVI no reúne los méritos para ser considerado bueno y santo.

Por un lado, el escritor español Jesús Rodríguez acusa a Juan Pablo II de haber protegido al sacerdote Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, a sabiendas de que era un drogadicto y que mantenía relacines sexuales con mujeres, además de violar sexualmente a niños.

Por otro lado, el teólogo suizo Hans Küng criticó desde Berlín, Alemania, la “precipitada” beatificación de Juan Pablo II, al cual calificó de “intolerante”, “autoritario” y “violador de los derechos” de los teólogos y de las mujeres en la Iglesia Católica.

Estas duras críticas se suman a las externadas por un grupo de 50 teólogos, entre los cuales se hallaba el propio Kung, que esta misma semana reclamó al Vaticano que dejase sin efecto la beatificación, por considerar que Juan Pablo II traicionó al arzobispo Monseñor Oscar Romero, de El Salvador, asesinado por la dictadura militar que gobernaba a ese país en el año 1980. Romero le había informado al Papa sobre las amenazas de muerte que pesaban en su contra, pero no recibió ningún apoyo. Los teólogos reclamaron que en vez de Wojtila, sean beatificado Romero.

Críticas de Küng

La agencia EFE reportó que el profesor emérito de Teología Ecuménica, Hans Küng, criticó con suma dureza la beatificación del papa Juan Pablo II (1920-2005), al que considera un pontífice "intolerante" y "autoritario".
"¿El sucesor declara beato al antecesor?. En Roma se actúa como en los tiempos de los césares, que sucesivamente proclamaban la divinidad del anterior emperador", comenta el polémico teólogo
El antiguo papa no puede ser considerado un ejemplo para los fieles de la Iglesia católica, afirma Küng, al que en 1979 le fue prohibida la docencia por orden del Vaticano, en declaraciones que publica hoy el rotativo alemán "Frankfurter Runschau".

El papa Juan Pablo II practicó "un magisterio autoritario con el que reprimió los Derechos Humanos de las mujeres y los teólogos", afirma el teólogo suizo, antiguo profesor en la prestigiosa universidad alemana de Tubinga.

Küng denunció que el "lado oscuro" del pontífice polaco no ha sido tenido en cuenta en su proceso de beatificación y subraya que Juan Pablo II fue un papa "intolerante e indispuesto al diálogo". Las críticas de Küng se extienden al actual papa Benedicto XVI, al que acusa de haber precipitado y llevado a cabo en un tiempo récord la beatificación de Juan Pablo II.

"¿El sucesor declara beato al antecesor?. En Roma se actúa como en los tiempos de los césares, que sucesivamente proclamaban la divinidad del anterior emperador", comenta el polémico teólogo, al que el propio Juan Pablo II prohibió continuar con la docencia teológica.

Finalmente afirma que Benedicto XVI ha actuado como un príncipe absolutista y violado el propio derecho eclesiástico para beatificar a Juan Pablo II en un proceso exageradamente acelerado.

Escritor afirma que apoyó a Maciel, a sabiendas de sus vicios y delitos

El escritor español Jesús Rodríguez sostiene en un reportaje publicado en el diario El País, que Farol Wojtila (el Papa Juan Pablo II) protegió al sacerdote Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, a sabiendas de que era un violador sexual de niños.

Rodríguez, autor del libro “La Confesión. Las extrañas andanzas de Marcial Maciel y otros misterios de la Legión de Cristo (Debate)", sostiene que ese sacerdote ya era pederasta cuando el entonces arzobispo polaco Karol Wojtila fue elegido al papado en 1978 y asumió el nombre de Juan Pablo II.

El autor del reportaje publicado este viernes, 29 de abril, por El País, de España, indica que ya en ese momento Juan Pablo II sabía que el sacerdote Maciel consumía drogas y sostenía relaciones sexuales con mujeres y violaba a menores.
“Y cuando las cosas se comenzaron a poner mal para Maciel tras la publicación en The Hartford Courant de las primeras denuncias por abusos sexuales, en febrero de 1997, el Papa hizo oídos sordos”


“Cuando Wojtyla accedió al papado en 1978, Maciel ya era pederasta. Ya había tenido relaciones con mujeres; ya sufría una adicción a los opiáceos y llevaba décadas de manejos económicos. Controlaba con mano férrea a sus chicos presos en su particular voto de silencio; era señor de mentes y haciendas en la Legión de Cristo”, sostiene Rodríguez.

Agrega que todo ese poder se multiplicó gracia al apoyo del Papa Juan Pablo II, debido a que Maciel le facilitó al entonces nuevo líder de la Iglesia Católica mejorar sus relaciones con el gobierno de México, uno de los menos clericales de América Latina.

“Durante el papado de Wojtyla, la Legión sería la congregación católica de mayor crecimiento. Cuando Wojtyla llegó al Vaticano, contaba con 100 sacerdotes. A su muerte tenía 800 y más de 2.000 seminaristas repartidos en 124 casas por todo el mundo. Universidades en México, Chile, Italia y España; facultades de Teología, Filosofía y Bioética. Más de 130.000 alumnos. Y 20.000 empleados en su grupo económico Integer. La cifra que más se ha repetido sobre el valor de los activos de la Legión en los últimos años es de 25.000 millones de euros”, indica el escritor en el reportaje publicado en El País.

Sostiene que Karol Wojtyla apoyó a los grupos más conservadores del catolicismo, como el Opus, los Kikos, Lumen Dei, los carismáticos, Comunión y Liberación, Schoenstatt, San Egidio y en la Legión de Cristo.

“Juntos se montaron en la máquina del tiempo y rebobinaron hasta los años cincuenta. Hasta una Iglesia con un poder centralizado, sin lugar para la disidencia. Y decidieron que esa era la Iglesia de fin de siglo; la que tenía que reevangelizar el planeta. Maciel sería uno de los mariscales de campo”, señala.

Argumenta que por el apoyo dado por Maciel a Wojtila, a nadie en Roma le importó que corrieran los rumores contra el superior de los legionarios; y que “en algún rincón de la curia se escondiera un grueso dossier sobre sus andanzas”.

“Y cuando las cosas se comenzaron a poner mal para Maciel tras la publicación en The Hartford Courant de las primeras denuncias por abusos sexuales, en febrero de 1997, el Papa hizo oídos sordos”, precisa Rodríguez

Agrega que cuando el obispo mexicano Carlos Talavera entregó en 1999 una carta al cardenal Ratzinger, prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, hoy el Papa Benedicto XVI, que detallaba los abusos de Maciel sobre el ex sacerdote legionario Juan Manuel Fernández Amenábar, la respuesta de Ratzinger fue concluyente: "Lamentablemente, no podemos abrir el caso del padre Maciel porque es una persona muy querida del santo padre (Juan Pablo II), ha ayudado mucho a la Iglesia y lo considero un asunto muy delicado".

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