El Viagra ha mejorado las disfunciones sexuales de miles de hombres, aumentando así la autoestima, la satisfacción y el placer sexual pero debe ser controlado por un médico.
El lanzamiento del Viagra hace algunos años, causó un extraña esperanza entre muchos hombres que padecen de disfunción eréctil, entendida como la incapacidad de alcanzar y mantener una erección que permita la penetración durante las relaciones sexuales.
Después de su lanzamiento se ha observado que la autoestima, la relación sexual y el placer de muchas parejas ha aumentado, gracias a la famosa pastilla. Así lo expresaron especialistas en urología, psicoterapia de parejas e integrantes del laboratorio que la produce.
De acuerdo con un estudio de la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (EEUU), presentado en la Sociedad Americana de Urología, los tres factores que más se relacionan con la impotencia son la falta de ejercicio, el volumen del abdomen y el alcohol. Pero también hay otros factores asociados como la edad, ya que se cree que alrededor del 25% de los hombres mayores de 65 años son impotentes, el desarrollo de algunas enfermedades como la diabetes, la hipertensión o el tabaquismo y hasta con el estrés, esta función se va limitando.
Según reportes desde que salió al mercado en Estados Unidos en abril de 1998, el Viagra ha demostrado su efectividad en el tratamiento de la impotencia causada por envejecimiento, enfermedades vasculares, diabetes, operaciones de próstata, lesiones de médula espinal e incluso en algunas impotencias de origen psicológico y es que este medicamento favorece el aumento de riego sanguíneo en el pene y provoca la erección.
88% de los pacientes estudiados, mayores de 65 años reportaron que Viagra había mejorado sus erecciones, tanto en la funcionalidad sexual, como en frecuencia, firmeza, mantenimiento de las erecciones, frecuencia de orgasmos, nivel de deseo sexual, satisfacción y disfrute del intercambio sexual, lo que obviamente también ocasionó una mayor satisfacción en la relación personal.
A pesar del éxito de la famosa pastillita, su creador, el Dr. Irwin Goldstein, ha declarado que lo que de verdad está relacionado con la impotencia es la inactividad física. Por lo que sugiere que antes de solicitar al médico la receta “mágica” para consumir la píldora azul, lo que se debe hacer es cambiar el estilo de vida.
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