Peter Kürten (Mülheim am Rhein, 26 de mayo de 1883 - Colonia, 2 de julio de 1931) fue un asesino en serie alemán, más conocido como El vampiro de Düsseldorf1 (Der Vampir von Düsseldorf). Alcanzó fama mundial por los asesinatos en serie y los asaltos sexuales que llevó a cabo entre febrero y noviembre de 1929 en la ciudad de Düsseldorf, los cuales también hicieron famosa a esta ciudad fuera de Alemania. Kürten ganó la fama de "vampiro" al afirmar durante su juicio que había bebido la sangre de unas de sus víctimas.
Nace el "Vampiro de
Düsseldorf"
En 1925, Kürten volvía a Düsseldorf
para empezar su serie de crímenes. Una de sus víctimas (Rosa Ohlijer, de ocho
años de edad) fue apuñalada trece veces con unas tijeras y tras beber su
sangre, quemó su cuerpo con gasolina.
En 1929 llegó el año más sangriento
de Kürten. El 13 de febrero, asesinó a una niña de ocho años. El 7 de noviembre,
mató a dos hermanas de cinco y catorce años. En septiembre, mató a una mujer
con un martillo. Y el 29 de agosto, llegó al punto álgido de su locura al matar
a una niña de cinco años y enviar a un periódico local el mapa de la tumba de
la asesinada.
Estos asesinatos hicieron que la
ciudad de Düsseldorf viviera en un continuo estado de histeria. Nadie se
atrevía a caminar solo por las calles de la ciudad. Las autoridades ofrecían
una suculenta recompensa por quien diera pistas sobre la identidad del asesino
y la polizei llegó a recibir
hasta 900.000 nombres de posibles asesinos.
El Vampiro es cazado
En mayo de 1930, Kürten cometió el
error garrafal que le acabaría condenando. Kürten engañó a Maria Budlick, una
empleada doméstica, para llevarla a Grafenberger, un bosque de las cercanías.
El malhechor estranguló a su víctima para agredirla sexualmente pero la dejó
con vida después de experimentar el orgasmo. Al marcharse el asesino, Budlick
acudió a la policía donde pudo dar información precisa sobre Kürten. Poco
después, aparecía el retrato robot del hombre más buscado de Alemania.
Víctima de un gran miedo, Kürten
ofreció a su esposa la posibilidad de delatarle, con la creencia de que
recibiría la suculenta suma de dinero que suponía la recompensa por su cabeza.
Así, el 24 de mayo el vampiro de Düsseldorf fue localizado y arrestado. Kürten
confesó haber cometido 79 delitos, aunque sería acusado solamente de nueve
asesinatos y de siete intentos de asesinato. En el juicio posterior (abril de 1931),
inicialmente se declaró inocente. Pero a medida que iba transcurriendo el
pleito, cambió de idea. De hecho, los psicoanalistas trabajaron duro para
deshacer cualquier tipo de enajenación que le pudieran salvar de la pena de
muerte. La sentencia fue morir guillotinado por nueve asesinatos, siete
intentos frustrados y no menos de 80 agresiones sexuales.
Peter Kürten fue ejecutado en Colonia
el 2 de julio de 1931.
La última frase de Kürten, casi
coincidente con el estreno de la película de Fritz Lang en 1931, demostró el
alcance de su obsesión por la sangre y su atracción por la muerte:
"Dígame, cuando me hayan decapitado ¿podré oír siquiera un momento el
ruido de mi propia sangre saliendo del cuello?".
Tras su ejecución, su cabeza fue
diseccionada y momificada, y en la actualidad se conserva en un museo de Wisconsin
Dells, en los Estados Unidos.
Importancia criminológica de Kürten
El caso Kürten es importante en el
mundo de la criminología al dar a la policía de todo el mundo elementos que son
clave en la evolución de cualquier asesino en serie. Fue la primera vez que un
cuerpo de seguridad nacional pudo determinar la actividad criminal en miles de
sospechosos. De hecho, muchos asesinos después de Kürten imitaron su conducta y
muchos otros presuntos delincuentes fueron absueltos por la policía al no
encajar con el modus operandi del vampiro de Düsseldorf.
Los motivos de la actitud de Kürten
todavía son objeto de estudio. Él arguyó como la principal razón para cometer
los asesinatos su pasión desenfrenada por beber la sangre de sus víctimas (de
ahí su apodo del Vampiro de Düsseldorf) y su placer sexual en el momento de la
ejecución. Aunque durante el juicio, el asesino también reconoció que su
principal motivación consistía en "aleccionar a una sociedad opresiva"
.
Referencias culturales
En 1931, Fritz Lang dirigió la
película M, el vampiro de Düsseldorf
basada en estos sucesos y en la figura de Kürten. El escritor Kim Newman
incluyó a Peter Kürten como un personaje secundario en su novela El sanguinario barón rojo.
https://es.wikipedia.org/wiki/Peter_K%C3%BCrten
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