La Segunda Guerra Mundial fue un conflicto militar global que se desarrolló entre 1939 y 1945. En él se vieron implicadas la mayor parte de las naciones del mundo, incluidas todas las grandes potencias, agrupadas en dos alianzas militares enfrentadas: los Aliados y las Potencias del Eje. Fue la mayor contienda bélica de la Historia, con más de cien millones de militares movilizados y un estado de «guerra total» en que los grandes contendientes destinaron toda su capacidad económica, militar y científica al servicio del esfuerzo bélico, borrando la distinción entre recursos civiles y militares. Marcada por hechos de enorme significación que incluyeron la muerte masiva de civiles, el Holocausto y el uso, por primera y única vez, de armas nucleares en un conflicto militar, la Segunda Guerra Mundial fue el conflicto más mortífero en la historia de la humanidad, con un resultado final de entre 50 y 70 millones de víctimas.
El comienzo del conflicto se suele situar en el 1 de
septiembre de 1939, con la invasión alemana de Polonia, el primer paso bélico
de la Alemania nazi en su pretensión de fundar un gran imperio en Europa, que
produjo la inmediata declaración de guerra de Francia y la mayor parte de los
países del Imperio Británico y la Commonwealth al Tercer Reich. Desde finales
de 1939 hasta inicios de 1941, merced a una serie de fulgurantes campañas
militares y la firma de tratados, Alemania conquistó o sometió gran parte de la
Europa continental. En base a acuerdos entre los nazis y los soviéticos, la
nominalmente neutral Unión Soviética ocupó o se anexionó territorios de las
seis naciones vecinas con las que compartía frontera en el oeste. El Reino
Unido y la Commonwealth se mantuvieron como la única gran fuerza capaz de
combatir contra las Potencias del Eje en el Norte de África y en una extensa
guerra naval. En junio de 1941 las potencias europeas del Eje comenzaron una
invasión de la Unión Soviética, dando así inicio a la más extensa operación de
guerra terrestre de la Historia, donde desde ese momento se empleó la mayor
parte del poder militar del Eje. En diciembre de 1941 el Imperio del Japón, que
había estado en guerra con China desde 19372 y pretendía expandir sus dominios
en Asia, atacó a los Estados Unidos y a las posesiones europeas en el Océano
Pacífico, conquistando rápidamente gran parte de la región.
El avance del Eje fue detenido en 1942 tras la derrota
de Japón en varias batallas navales y de las tropas europeas del Eje en el
Norte de África y en la decisiva batalla de Stalingrado. En 1943, como
consecuencia de los diversos reveses de los alemanes en Europa del Este, la
invasión aliada de la Italia Fascista y las victorias de los Estados Unidos en
el Pacífico, el Eje perdió la iniciativa y tuvo que emprender la retirada
estratégica en todos los frentes. En 1944 los aliados occidentales invadieron
Francia, al mismo tiempo que la Unión Soviética recuperó las pérdidas
territoriales e invadía Alemania y sus aliados.
La guerra en Europa terminó con la captura de Berlín por
tropas soviéticas y polacas y la consiguiente rendición incondicional alemana
el 8 de mayo de 1945. La Armada Imperial Japonesa resultó derrotada por los
Estados Unidos y la invasión del Archipiélago japonés se hizo inminente. Tras
el bombardeo atómico sobre Hiroshima y Nagasaki por parte de los Estados
Unidos, la guerra en Asia terminó el 15 de agosto de 1945 cuando Japón aceptó
la rendición incondicional.
La guerra acabó con una victoria total de los Aliados
sobre el Eje en 1945. La Segunda Guerra Mundial alteró las relaciones políticas
y la estructura social del mundo. La Organización de las Naciones Unidas (ONU)
fue creada tras la conflagración para fomentar la cooperación internacional y prevenir
futuros conflictos. La Unión Soviética y los Estados Unidos se alzaron como
superpotencias rivales, estableciéndose el escenario para la Guerra Fría, que
se prolongó por los siguientes 46 años. Al mismo tiempo declinó la influencia
de las grandes potencias europeas, materializado en el inicio de la
descolonización de Asia y África. La mayoría de los países cuyas industrias
habían sido dañadas iniciaron la recuperación económica, mientras que la
integración política, especialmente en Europa, emergió como un esfuerzo para
establecer las relaciones de posguerra.
Consecuencias históricas
Además de los horrores propios de
toda guerra, la Segunda Guerra Mundial introdujo formas de sufrimiento no
achacables a la propia escala de la misma:
- Deportaciones masivas a campos de concentración y de trabajo, organizados en Europa por Alemania (contra judíos, homosexuales, eslavos, discapacitados, gitanos, Testigos de Jehová, comunistas, españoles republicanos, sacerdotes católicos y ministros de otras religiones, etc.), que se convertirían en campos de exterminio donde tendría lugar el Holocausto; también en Estados Unidos y otros países de América, internando a sus ciudadanos de ascendencia japonesa.
- Masacres masivas de población y de prisioneros enemigos perpetrada por las fuerzas japonesas, principalmente en China, y las alemanas, en Rusia. Tras la guerra, malos tratos a prisioneros de guerra, sobre todo por parte de la Unión Soviética.
- Violaciones masivas de mujeres por parte de tropas soviéticas y japonesas.
- Experimentos científicos usando prisioneros realizados por médicos nazis y japoneses, que solían acabar con la muerte del individuo.
- Bombardeo aéreo masivo de civiles y lanzamiento de cohetes V-1 y V-2 iniciado por el Eje en Varsovia, Londres, Coventry y otras ciudades, que fue continuado por los aliados a una escala mucho mayor (Tokio, Berlín, Dresde y Hamburgo entre otras). Además, por primera y única vez, la bomba atómica fue utilizada en una guerra: dos bombas arrojadas por Estados Unidos explotaron con tres días de intervalo, en Hiroshima y Nagasaki.
- Durísimos años de postguerra para la población civil.
- Como consecuencia de los cambios territoriales, millones de personas se vieron desplazadas y desarraigadas de sus lugares de origen.
- En el ámbito intelectual y artístico, queda de forma oprimente y, a veces, obsesiva, la pregunta de cómo fue posible la guerra y cómo fueron posibles las circunstancias históricas que llevaron a ella. En muchos casos esta cuestión se ve agravada por el saber de que intelectuales y artistas colaboraron con los totalitarismos y el clima bélico o, al menos, no se opusieron decididamente a ello.
- Guerra después de la guerra: Combates en Indochina entre franceses y movimientos separatistas creados tras el vacío de poder que ocasionó la guerra, guerra civil en Grecia y Turquía, etc.
La Segunda Guerra Mundial contribuyó a que emergieran dos superpotencias que buscaban repartirse el mundo: Estados Unidos y la URSS. La Sociedad de Naciones, a la que se responsabilizó de contribuir a desatar la guerra, fue reemplazada por la ONU. La carta de las Naciones Unidas se firmó en San Francisco el 26 de junio de 1945. En los Juicios de Núremberg y Tokio, parte de la jerarquía nazi y del Tenno nipón fue juzgada y condenada por crímenes contra la humanidad. La investigación científica y técnica, en su conjunto, se benefició de un fuerte impulso en particular: el dominio del átomo tras el Proyecto Manhattan. También contribuyó a la creación del helicóptero, los aviones de reacción y la creación del ICBM.
Los soviéticos, que se aliaron con
EE. UU. y los aliados sólo por conveniencia contra el enemigo común, Alemania,
se convirtieron en enemigos por sus ideales contrarios, y así comenzó una era
de guerra fría en Europa.
En Alemania tras la firma del
armisticio por parte del Eje, el Plan Marshall contribuyó a la reconstrucción
de Alemania. Si bien los alemanes perdieron la guerra, sus adelantos en
tecnología punta en cadenas de industrias, fabricación de componentes para
cohetes, misiles y diversos tipos de armas ayudaron a los Aliados del Oeste y
sirvieron para el llamado «milagro alemán».
Sin embargo se presentó la expulsión
de alemanes en Europa central (Prusia, Checoslovaquia, Polonia y países
bálticos) donde había asentamientos alemanes desde varios siglos atrás. Los
alemanes de los Sudetes, que pedían su incorporación a Alemania, habían
desencadenado el desmantelamiento de Checoslovaquia, acordado en los Acuerdos
de Múnich de 1938.
Tras la toma de esos territorios por
el ejército soviético, numerosos alemanes fueron expulsados o dejaron su tierra
para ir a Alemania o Austria, en condiciones generalmente dramáticas.
Los Estados Unidos tomaron la
iniciativa de una actitud «positiva». Impusieron la democracia (particularmente
al Japón), a través de una depuración y de un control del Estado y la
educación.
Las pérdidas de vidas humanas para
Estados Unidos fueron, en comparación con el resto de los Aliados, muy
inferiores en número porque en su territorio no se desarrolló la guerra y las
pérdidas sólo fueron militares.
En este contexto, la actitud
francesa, país liberado tras la Batalla de Normandía, según la historiografía
francesa, estuvo marcada por la afirmación original de una voluntad de
independencia, sobre todo debido a la personalidad de Charles de Gaulle, quien
hizo jugar a Francia un papel en la ocupación de Alemania al lado de los
vencedores y, por otra parte, desarrolló la investigación nuclear para afirmar
su independencia de Estados Unidos. La liberación se acompaña de una depuración
de personas sospechosas de ser colaboradores (gran parte de ellos ejecutados
sin juicio previo) y la destrucción de ciudades como El Havre. Se forma un
gobierno de unión, entre comunistas y gaullistas de una parte y representantes
de la resistencia y radicales, de centro-izquierda.
Los otros aliados, si se exceptúa el
Reino Unido, jugaron un rol menor o fueron descartados de las negociaciones
referentes a la puesta en práctica de las dos zonas de influencia que siguieron
a los acuerdos de Yalta y de Potsdam. Esta situación, que porta en sí misma los
gérmenes de la Guerra Fría, llegaría a durar hasta 1989.
El Reino Unido salió
considerablemente debilitado de la guerra que consagró el fin de su poderío
colonial. Por consiguiente, las Islas Británicas conocieron una crisis sin
precedentes que requirió la reconstrucción y reestructuración de su economía.
Se estima que alrededor de seis
millones de judíos, junto con otros grupos étnicos, fueron asesinados por los
nazis, principalmente mediante la deportación a campos de concentración,
algunos tan conocidos como Auschwitz, Treblinka y Majdanek. La expresión hebrea
Shoah (catástrofe) —también conocida como «Holocausto»— designa la
exterminación en masa de los judíos perpetrada durante esta sangrienta guerra.
Al final del conflicto la Organización
de las Naciones Unidas (ONU) reemplazó a la Sociedad de Naciones (SDN), fundada
en 1919, y se otorgó a sí misma la misión de resolver los conflictos, en
general bélicos, de carácter internacional.
Consecuencias territoriales en el
mundo
Rusia se anexionó Estonia, Letonia, Lituania,
el este de Polonia y partes de Finlandia y Rumanía. Polonia recibió territorios
de Alemania (Pomerania, Silesia y la mitad de Prusia Oriental). Austria
recuperó su independencia en 1955.
Alemania quedó dividida en cuatro
zonas de influencia: Estados Unidos, Francia y Reino Unido unificaron sus
respectivas zonas en la República Federal Alemana y la URSS hizo lo mismo con
su zona que se convirtió en la República Democrática Alemana, hasta 1990,
cuando los Länder que la conformaban se incorporaron a la República Federal de
Alemania, dando lugar a la reunificación alemana y a la creación de la actual Alemania.
La guerra dejó al descubierto la
debilidad de los países europeos y los movimientos de independencia de las
colonias se generalizaron con el apoyo de las dos superpotencias. Los ejércitos
de las potencias coloniales no tenían ya capacidad para controlar dichos
movimientos, por lo que a lo largo de la segunda mitad del siglo XX se produjo
la llamada descolonización.
El mundo quedó dividido en dos
bloques:
- El bloque capitalista: liderado por los Estados Unidos y con influencia en Europa Occidental.
- El bloque comunista: liderado por la URSS y con influencia en Europa del Este.
Víctimas mortales a partir
de septiembre de 1939 |
|||
País
|
Militares
|
Civiles
|
Total
|
URSS
|
8.700.000
|
18.300.000
|
27.000.000
|
China
|
1.324.000
|
10.000.000
|
11.324.000
|
Alemania
|
3.250.000
|
3.810.000
|
7.060.000
|
Polonia
|
850.000
|
6.000.000
|
6.850.000
|
Japón
|
1.300.000
|
700.000
|
2.000.000
|
Yugoslavia
|
300.000
|
1.400.000
|
1.706.000
|
Rumanía
|
520.000
|
465.000
|
985.000
|
Francia
|
340.000
|
470.000
|
810.000
|
Hungría
|
-
|
-
|
750.000
|
Austria
|
380.000
|
145.000
|
525.000
|
Grecia
|
-
|
-
|
520.000
|
Estados Unidos
|
500.000
|
-
|
500.000
|
Italia
|
330.000
|
80.000
|
410.000
|
Checoslovaquia
|
-
|
-
|
400.000
|
Reino Unido
|
326.000
|
62.000
|
388.000
|
Países Bajos
|
198.000
|
12.000
|
210.000
|
Bélgica
|
76.000
|
12.000
|
88.000
|
Finlandia
|
-
|
-
|
84.000
|
Canadá
|
39.000
|
-
|
39.000
|
India
|
36.000
|
-
|
36.000
|
Australia
|
29.000
|
-
|
29.000
|
Albania
|
-
|
-
|
28.000
|
España
|
12.000
|
10.000
|
22.000
|
Bulgaria
|
19.000
|
2.000
|
21.000
|
Nueva Zelanda
|
12.000
|
-
|
12.000
|
Noruega
|
-
|
-
|
10.262
|
África del norte
|
9.000
|
-
|
9.000
|
Luxemburgo
|
-
|
-
|
5.000
|
Dinamarca
|
4.000
|
-
|
4.000
|
Brasil
|
443
|
607
|
1.050
|
México
|
85
|
23
|
108
|
Total
|
-
|
-
|
61.820.315
|
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