SANTO DOMINGO.- Un hombre afirma que su familia fue destruida tras recibir los resultados erróneos de una prueba de paternidad realizada en un laboratorio de los Estados Unidos.
Años después, al identificar el error, demanda al Consulado Norteamericano por cien millones de dólares por los daños y perjuicios generados a él y a su familia.
A Miguel Familia se le hace un nudo en la garganta cuando recuerda que pasó siete años lejos de su hija luego de que un laboratorio de los Estados Unidos le entregara los resultados de una prueba de ADN donde lo excluían como padre biológico.
Después de años de la insistencia de la madre repiten en dos laboratorios dominicanos la prueba, resultando que Miguel es el padre de Ashiley, quien ahora tiene 11 años.
Miguel es ciudadano norteamericano y creyó ciegamente en los resultados realizados en el año 2005 cuando solicitaba el pasaporte norteamericano para sus dos hijas.
Afirma que se sorprendió al recibir una comunicación de la Embajada donde le informaban que una de las niñas no era suya, pero que siete años después la sorpresa fue mayor al identificar el error.
Por este caso Miguel Familia demandó al consulado de los Estados Unidos en la República Dominicana. La segunda audiencia fue realizada en la Tercera Sala Civil pero concluyó en su aplazamiento para que los demandantes regularicen las citaciones a demandados y testigos.
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