Cristóbal Colón atracó en la
costa norte de la isla el 5 de diciembre del 1492, bautizándola con el nombre
de La Española. Al continuar la exploración de la costa norte,
la carabela Santa María encalló en un banco de arena; con los restos de la
nave, construyó el fuerte La Navidad. Entonces Colón ordenó regresar a España,
dejando una guarnición de 39 hombres al mando de Diego de Arana.
Al regresar a la isla durante su
segundo viaje en 1493, Colón encontró que el fuerte La Navidad había sido
atacado y destruido por indígenas a cargo del cacique Caonabo. Entonces decide
construir La Isabela, la primera ciudad europea del Nuevo Mundo, y organizó
varias expediciones al interior de la isla que resultaron en la construcción de
algunas fortalezas y en el control del Cibao.
Antes de partir a España, Colón
dejó a cargo de la colonia a su hermano Bartolomé Colón quien, como Adelantado
de la isla, fundó la ciudad de Santo Domingo en 1496. Pero los desórdenes y las
sublevaciones motivaron que la Corona Española enviara a Francisco de Bobadilla
para hacerse cargo de la situación, quien ordenó como primera medida la
detención de Cristóbal Colón y su familia, quienes fueron embarcados hacia la
Península. Le sucedió Nicolás de Ovando y luego el hijo del almirante, Diego
Colón, entre los años 1509 y 1523.
Durante la conquista y
colonización se estableció el primer Obispado (1504), la primera Capitanía
General, el primer Virreinato y la primera Real Audiencia (1511) de toda América;
se construyó la primera iglesia (Ermita del Rosario, 1496), el Hospital de San
Nicolás (1503) y la primera catedral (1530), entre otras edificaciones. A
través del siglo XVI, La Española gozó de buena posición económica y
social; las primeras expediciones conquistadoras partían desde la isla. Pero
desde finales de ese siglo y después de la conquista de los grandes territorios
de América del Norte y América del Sur, la isla fue quedando relegada a un
segundo plano, hundiéndose cada vez más en la pobreza y el olvido.
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