LOS MULTIPLES USOS DE LA SABILA O ALOE VERA.

Sábila para los golpes: Normalmente cuando se golpea la cabeza, se recomienda colocar cataplasmas en la zona afectada para desinflamar y reducir el dolor. Es importante cubrir muy bien la zona o lavarla antes de exponerse a los rayos del sol, ya que si esto pasara pueden producirse manchas en la piel.

Sábila como remedio para el dolor de muelas o dientes: Se aconseja masticar un pequeño trozo de la hoja durante periodos de 10 minutos, esto ayudará a reducir el dolor, pero será necesario visitar al dentista.

Sábila para la caspa: Si no se puede conseguir un champú hecho a base de esta planta, se puede utilizar el líquido gelatinoso que se extrae de las hojas y aplicarlo en la cabeza durante la noche. A la mañana siguiente debe enjuagarse muy bien varias veces para evitar que queden residuos.

Sábila para la fiebre: Se deben pelar las hojas y aplicarlas como cataplasmas sobre el vientre de la persona, hasta que la hoja se reseque. Esta es una forma de controlar la temperatura, pero se debe visitar al médico para encontrar la causa de esta.

Sábila para la bronconeumonía: Sin descuidar el tratamiento médico, antiguamente algunas personas hervían un trozo pequeño de la penca en dos litros de agua y la tomaban durante el día.

Sábila para la próstata: Hervir varios trozos de sábila fresca en leche y endulzar esta mezcla con miel de abeja. Medio vaso al amanecer y medio vaso antes de acostarse durante varios días era la forma en que se aprovechaban los beneficios curativos de esta planta.

Sábila para bronquios:
Se deben hervir varias hojas con eucalipto en un litro de agua e inhalar el vapor, esto ayuda a limpiar los bronquios.

Sábila para la caída de pelo: Se recomienda extraer la gelatina o gel de la hoja y mezclarla muy bien con el champú que se usa diariamente.

Sábila para las hernias: Se deben colocar cataplasmas sobre la zona afectada dos veces al día.

Sábila para las úlceras: Un trozo de penca y un vaso de agua, todo bien molido y endulzado con un poco de miel de abeja, se toma en ayunas.

Sábila para la artrosis: Aplicar cataplasmas sobre la zona afectada, además se puede consumir un poco de gelatina mezclada con algún alimento que contenga calcio.

Sábila para el hígado: Rallar un trozo de hoja con cáscara de limón y dejarlo en agua tibia durante 2 horas, después se cuela muy bien, tomar un vaso de este liquido una vez al día.

Sábila para la sinusitis: Hay quienes acostumbran extraer jugo de la hoja, cuidando de no revolverlo con el gel que suelta la planta y se aplican dos gotas en la nariz antes de dormir. Recuerda visitar al médico si padeces de esta enfermedad.

Sábila para las arrugas:
Quitar las espinas a una penca, lavarla y molerla con una clara de huevo y medio vaso de leche hervida hacen una mezcla que se aplica sobre el lugar donde se marcan las arrugas, dando un ligero masaje en forma circular. Se espera a que esto seque y se retira con agua tibia. Es importante que se tenga mucho cuidado de no aplicarla muy cerca de los ojos.

Sábila para las manchas en la piel: Un trozo de penca sin espinas y piel, se puede colocar sobre el lugar donde se encuentra la mancha. Esto debe hacerse por la noche, al siguiente día se retira y se enjuaga bien la zona donde se hizo la aplicación. Recuerda que es recomendable que visites al dermatólogo para tratar de forma más agresiva las manchas en la piel.

Sábila para las verrugas: En un plato machacar un trozo pequeño de penca limpia y sin espinas, con una cucharada de miel y aplicar sobre la verruga durante la noche. Lavar perfectamente el lugar donde esta la verruga.

Sábila para los riñones: Hay personas que acostumbran moler un pedazo de penca y un vaso de leche, después toman un poco de este líquido antes de cada comida.

Sábila para las varices: Machacar un trozo de hoja pelada, con media papa y miel de abeja y colocar en forma de cataplasma sobre la zona afectada, después enjuagar muy bien.

Sábila para el colesterol: Comiendo diariamente un trocito de hoja pelada en ayunas, hay quienes han logrado controlar el nivel de colesterol. Recuerda que un control efectivo puedes lograrlo visitando al médico, haciendo una dieta para controlar el colesterol y medicándote si así el médico lo indica.

Sábila para la anemia: Una penca sin espinas y perfectamente lavada se corta en pedacitos y se agrega en la ensalada que se acostumbra comer.

Sábila para las cortadas y heridas: Una capa delgada de la pulpa se aplica sobre la herida para disminuir el dolor y el sangrado en caso de haberlo. Ayuda también a que haya una cicatrización más rápida. Esta aplicación solo se hace cuando la lesión es pequeña y no es profunda.

Sábila para la gripe y el catarro: Machacar un cuadrito pequeño de sábila en un plato mezclado con miel de abejas y una hoja de eucalipto. Una cucharada de esta mezcla, tomada antes de dormir será suficiente para controlar los malestares.

Sábila para las quemaduras: Aplicar cataplasmas en la zona afectada y mantener cubierto para evitar exponer la herida a los rayos del sol. Se puede recurrir a este tratamiento cuando la quemadura es muy leve.

Sábila como remedio para la inflamación de anginas: Se puede masticar un trozo pequeño de sábila pelada hasta absorber todo el jugo.

También se puede moler un trozo pequeño con un poco de jugo de limón y rebajarlo con agua, después hacer gárgaras antes de cada comida. Esto servirá para desinflamar y controlar las molestias que se ocasionan al tragar los alimentos.

0 comentarios:

Publicar un comentario