P. En 1.a Reyes 22 leemos que el profeta Micaías cuenta
al rey Achab una visión en la cual Jehová envía a un
espíritu mentiroso a poner una falsa profecía en boca de
todos los profetas de Baal. ¿Cómo puede explicarse este
hecho?
R. Debemos tener en cuenta que Micaías está contando
una visión, quizá, un sueño que él había tenido, el cual
usa como parábola para advertir al rey acerca de la auténtica
voluntad de Dios, que conocedor de lo que iba a ocurrir
sabía que Achab tenía que morir en aquella batalla.
Micaías no intenta engañar al rey, pues cuando le dice
que vaya lo expresa en un tono tan irónico que el mismo
rey le dice: «¿Hasta cuántas veces he de exigirte que me digas
la verdad en el nombre de Jehová?»
Entonces Micaías le cuenta el sueño o parábola, que de
haber sido creída por el rey habría salvado su vida, pero
él trata al profeta Micaías como mentiroso y dice: «Echad
a éste en la cárcel y mantenedle con pan de angustia y agua
de aflicción hasta que yo vuelva en paz.»
El insulto, de palabra y de obra, del falso profeta Queanaanar,
es contestado en los mismos términos por el profeta
de Dios: «Tú lo verás aquel día cuando té te irás metiendo
de aposento en aposento para esconderte», y cuando
declara al propio rey delante de todos: «Si llegas a volver
en paz, Jehová no ha hablado por mí.»
Este era el verdadero mensaje de Dios en aquella ocasión,
y lo otro es un mensaje irónico como resultado, probablemente,
de un sueño que tuvo Micaías aquella noche
cuando se estaba debatiendo en su mente el dilema de si
los reyes de Judá e Israel debían ir o no unidos a la guerra
contra Siria para apoderarse de Ramoth de Galaad.
0 comentarios:
Publicar un comentario