SERA CIERTO QUE LA BIBLIA PERMITE EL CULTO A MARIA??



Me parecio interesantisimo este analisis hecho en una pagina cristiana, acerca de la doctrina oficinal de la iglesia catolica sobre la adoracion o veneracion de Maria, que he decidido compartirlo. Solo se comparte una parte pues es bastante extenso. reconocemos que es un tema polemico para muchas personas que tienen esa fe de orar y adorar a Maria, doctrina esta que no tiene ninguna base biblica, pero que los catolicos ciegamente han creido y aceptado como validas. Espero que tengan paciencia y lo lean por completo y comenten. Dios le bendiga.


La Iglesia católica Romana continúa enseñando:

· Que la misma Virgen María nació por Concepción milagrosa y sin
pecado original, al igual que el propio Hijo de Dios.

· Que Dios la ha nombrado y hecho Reina de los Ángeles (Letanía de la
Virgen).

· Últimamente el papa Pio XII decreto como dogma de fe, en el año 1950
la Asunción de la Virgen, o sea, la doctrina de que ella fue
resucitada y ascendió al Cielo, igualándola así con las prerrogativas
del santo y eterno Hijo de Dios.

· El libro de san Alfonso María de Ligorio titulado Las glorias de
María obra sumamente popular entre los católicos romanos, declara que:

– “Seremos a veces más presto oídos y salvos acudiendo a María e
invocando su santo nombre que el de Jesús nuestro Salvador. Más pronto
hallamos la salud acudiendo a la madre que al Hijo” (página 82).

– “Muchas cosas se piden a Dios y no se alcanzan: se piden a María y
se consiguen. No porque María sea más poderosa que Dios sino porque
Jesucristo decretó honrar así a su madre”. No rehusamos ampliar esta
frase de San Alfonso Ligorio con la segunda sentencia, que nuestros
críticos echaron a perder en nuestra anterior edición. Nos gusta
ciertamente, en un autor tan mariano como es Alfonso Ligorio el
reconocimiento de que María no es superior a Dios como podría mal
interpretarse de su anterior declaración. Pero la última parte de la
frase empeora el caso para los mismos católicos, pues ¿donde consta
que Jesucristo decretó honrar así a su madre? Que nos presenten el
famoso decreto y lo cumpliremos enseguida. Si no pueden presentarlo
sométanse nuestros amigos católicos a la Palabra Divina recordando el
texto de Proverbios: “Toda palabra de Dios es limpia. Es escudo a los
que en Él esperan. No añadas a sus palabras porque no te reprendan y
seas hallado mentiroso” (Proverbios, cap. 30:5-6)

– “María se llama puerta del Cielo porque ninguno puede entrar en está
dichosa mansión si no pasa por ella” (Página 99).

– “Todos obedecen los preceptos de María, aun Dios” (Página 115). (He
aquí el latín del original para que no digan que la sentencia esta mal
traducida: “Imperio Virginis omnia famulantur, etiam Deus”)

– Jesucristo dijo: “Nadie viene a mí si mi madre no le atrae primero
por sus ruegos” (La ampliación de esta otra frase que nos ofrece el
autor de Santa María, Madre de Dios no cambia tampoco su sentido ni la
hace más justificable. Es copia de San Alfonso Ligorio: “Dice
Jesucristo: "Nadie puede venir a mí si no lo trajera el Padre
Celestial"; e igual dice de su madre, como se expresa Ricardo de san
Lorenzo: “Nadie puede venir a mí si mi madre no lo trajere con sus
ruegos “)

En efecto las palabras atribuidas falsamente al Salvador quedan en
pie, solamente que ha responsabilidad acerca de las mismas paso de san
Alfonso Ligorio a Ricardo de San Lorenzo. Por lo tanto podemos
continuar preguntándonos: ¿de dónde sacó Ricardo de San Lorenzo y la
iglesia Romana que la consiente semejante afirmación? ¿De los Santos
Evangelios? ¡No!, Al contrario: Jamás habló Cristo de su humana madre
en tal sentido No se trata aquí de una hipérbole o exageración propia
del siglo en que se escribió el libro ya que falta en los evangelios
cualquier clase de base para tal exageración o mala interpretación.
Nosotros reconocemos que existe alguna base hiperbólica en los
evangelios para las interpretaciones y exageraciones que con el tiempo
dieron lugar a los dogmas de la Eucaristía y la confesión auricular:
pero no hay una sola frase en los evangelios que reforzándola o
exagerándola pueda dar lugar a una creencia en la mediación de María.
Por otra parte la excusa con que el autor de Santa María, Madre de
Dios trata de justificar las frases de san Alfonso Ligorio no sirve en
ese caso ni puede convencer a nadie Dice: “Todos sabemos cómo gustaban
los predicadores de los siglos pasados de esas “acomodaciones” de
textos de la Escritura. Pero este gusto del tiempo que nosotros
podemos muy honradamente abandonar era perfectamente inocuo en ellos
No pretendan que Jesucristo hubiese dicho en su vida mortal las cosas
que ellos le atribuían, ni que tuvieran, por tanto la autoridad de Él,
sino solo afirmaban que ellos “creían” que Jesucristo las “pudo
decir”. ¿Será eso una “blasfemia” muy grande?


EL CULTO A LA VIRGEN MARIA O MARIOLATRIA II
– Dice María “El que acude a mí y oye lo que le digo, no se perderá
(página 140) Otra frase gratuita y atrevidísima que el referido autor
pone falsamente en la boca de María, la cual no se halla en los santos
evangelios.


Pero el Santo Evangelio dice:

Que la Virgen María, a pesar de su inigualable perfección moral,
necesitó, como todos los mortales, un Salvador: “Engrandece mí alma al
Señor —declara ella misma—; y mí espíritu se alegró en Dios mi
Salvador“ (S. Lucas 1: 43 47).

Que el Omnisciente Hijo de Dios no quiere ser advertido o rogado por
su misma madre, según la carne, porque Él conoce mejor lo que conviene
hacer (Véase el caso de Caná, en el Evang. de S. Juan 2:4)

Que nadie debe tributar expresiones de extremada alabanza a la bendita
Virgen, por el mero hecho de haber sido el instrumento escogido por
Dios para la Encarnación del Verbo.

Así lo declara en aquella ocasión cuando una mujer, entusiasmada por
las palabras de inigualable sabiduría que salían de la boca de Cristo,
exclamaba: “Bienaventurado el vientre que te trajo y los pechos de que
mamaste.” Jesús en lugar de seguir las inclinaciones de esta primera
“Devota de la Virgen”, llenando de elogios a su bendita madre, o
profetizando sus glorias declara en tajante réplica: “Antes
bienaventurados los que oyen la Palabra de Dios y la guardan” (S.
Lucas 11:27-28

¡Qué chasqueada debería quedar la interpelante devota y la misma madre
de Jesús, si tuvo ocasión de escuchar tal respuesta de labios de su
divino Hijo, si no hubiera sido tan humilde de corazón como nos consta
que fue!

Otra expresión no menos extraordinaria, pero muy natural si se
considera que el Omnisciente Hijo de Dios conocía el abuso idolátrico
que se haría en siglos posteriores del recuerdo bendito de la Virgen
María, es aquella declaración de Cristo cuando su madre y sus hermanos
estaban buscándole.

En lugar de introducir a su santa madre en la asamblea y aprovechar la
ocasión para llenarla de merecidas alabanzas, que vendrían de perlas a
los futuros veneradores de María, el divino Señor responde
enfáticamente: “¿Quién es mi madre y mis hermanos? y mirando a los que
estaban sentados alrededor de El, dijo: “he aquí mí madre y mis
hermanos. Porque cualquiera que hiciere la voluntad de Dios, éste es
mi hermano y mi hermana y mí madre” (S. Marcos 3:33-35)
Los apóstoles declaran acerca de Cristo: “Y en ningún otro hay salud,
porque no hay otro nombre debajo del cielo dado a los hombros, en que
podamos ser salvos” (Hechos 4:12). Si los santos apóstoles hubiesen
mirado a la madre del Señor como muchos católicos de hoy día, ¿no
habían hecho una salvedad en favor del bendito nombre en quien, según
dicen, se alcanzan todos los favores y, sobre todo, el de la
salvación?




Testimonio de los santos padres de la Iglesia Primitiva

Ninguno de los siguientes y bien notables escritores de los tres
primeros siglos, san Bernabé, san Hermas, san Clemente de Roma, san
Policarpo, Tatiano, Atenágoras, Teófilo, san Hipólito, san Firmiliano,
san Dionisio, Arnobio, etc. mencionan en todos sus escritos a la
Virgen María ni una sola vez.

Justino Mártir la menciona dos veces hablando del nacimiento de
Cristo: pero tal como la haría un escritor evangélico de nuestros
días: sin ninguna expresión especial de veneración o culto. Tertuliano
la menciona cuatro veces en la misma forma.

Orígenes, san Basilio y san Juan Crisóstomo hablan de sus defectos,
Crisóstomo dice que “fue movida por ambición y arrogancia excesiva
cuando envió un mensaje a Cristo para demostrar la influencia que
tenía sobre Él” (Homilía de San Mateo 12:48 Sin duda es ésta una
opinión exagerada que los evangélicos no compartimos; pero el haberla
propuesto este gran padre de la Iglesia, demuestra que en su tiempo no
existía el culto a la Virgen.

Eusebio, célebre autor de la Historia Eclesiástica dice: “Ninguno está
exceptuado de la mancha del pecado original, ni aun la madre del
Redentor del mundo; solo Jesús quedo exento de la Ley del pecado, aún
cuando haya nacido de una mujer sujeta a pecados (Emiss. In Horat. 2
de Nativ.) Nota del autor de esta web: Al parecer la cita es de un
discípulo de Eusebio de Cesarea llamado Eusebio Emiseno. Es una errata
bastante comprensible y excusable del libro, al tratarse de maestro y
discípulo del mismo nombre, que los Romanistas citados tratan de usar
para desprestigiar su contenido.

San Agustín dice: “María murió por causa del pecado Original,
transmitido desde Adán a todos sus descendientes” (salmo 34, sermón
III) Nota del autor de esta web: La cita es original, como se puede
ver en esta web católico-romana. Dice así: "Marie est morte à cause du
péché d’Adam, parce qu’elle en était la fille" Lit. traducido es:
"María murió a causa del pecado de Adán, porque ella era hija suya".
En esta otra web romanista (http://www.augustinus.it/latino/
esposizioni_salmi/index2.htm) se da la cita en latín: "Maria ex Adam
mortua propter peccatum, Adam mortuus propter peccatum".

Nuevamente pierden la razón los romanistas que tratan de denigrar el
libro citado diciendo que esta cita no existe, y así una a una con
todas las demás.

San Anselmo declara: “Si bien la concepción de Cristo ha sido
inmaculada, no obstante, la misma Virgen de la cual nació, ha Sido
concebida en la iniquidad, y nació con el pecado original; porque ella
pecó en Adán, así como por él todos pecaron” (Op. Pág. 9)

Santo Tomás de Aquino, sumo doctor da la Iglesia Romana en s. XII,
luchó valientemente en contra de la que él consideraba herejía de la
inmaculada concepción, y dice: “La bienaventurada Virgen María,
habiendo sido concebida por la unión de sus padres, ha contraído el
pecado original'' (Summa teológica, part. 3 pág. 65)

Los franciscanos, capitaneados por Duns Scott, defendieron la
concepción Inmaculada de María y surgió de esto, entre ellos y los
dominicanos secuaces de santo Tomas de Aquino, una áspera e
interminable polémica.





FUENTE:

http://jovenesbautistas.foroes.net/t69-el-culto-a-la-virgen-maria-o-mariolatria-i

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