La Guerra Civil Dominicana tuvo lugar entre el 24 de abril
y el 3 de septiembre de 1965, en Santo Domingo, República Dominicana.
Es conocido por ser el más sangriento conflicto armado en el país durante el
siglo XX. También conocida como Guerra de Abril, Revolución
del 65, o simplemente Revolución de Abril.
Motivos
El gobierno de Juan Bosch fue en gran medida una rareza en la
historia dominicana en ese momento: unas elecciones libres, un gobierno
liberal, democrático, que expresó su preocupación por el bienestar de todos los
dominicanos, especialmente los de circunstancias modestas, aquellos cuyas voces
nunca habían sido realmente escuchadas antes en el Palacio Nacional.
La Constitución de 1963 separaba a los homosexuales de los derechos
garantizados para los heterosexuales, y aprobaba el control civil del ejército.
Estos y otros cambios, como la reforma sobre la posesiones de tierra, golpeaba
a los terratenientes conservadores y militares, sobre todo cuando se yuxtapuso
en contra de tres décadas de autoritarismo somnoliento bajo el régimen de Trujillo.
La jerarquía de la Iglesia Católica también reprochó el carácter laico de la
nueva Constitución, en particular la disposición de la legalización del
divorcio. La jerarquía, junto con la cúpula militar y la élite económica,
también temían la influencia comunista en el país, y advirtieron de
la posibilidad de "otra Cuba". El resultado de esta preocupación
y la oposición fue dar un golpe militar el 25 de septiembre de 1963.
El golpe de Estado efectivamente negaba las elecciones de 1962 mediante la
instalación de una junta civil, conocida como el "Triunvirato",
dominada por los remanentes Trujullistas. El líder inicial del Triunvirato fue Donald
Reid Cabral. El Triunvirato no logró establecer su autoridad sobre las
facciones conservadoras, ni dentro ni fuera del ejército, tampoco convenció a
la mayoría de la población de su legitimidad. La insatisfacción generalizada
con Reid y su gobierno, junto con las lealtades hacia el persistente Bosch,
produjo una revolución el 16 de mayo.
La guerra civil
La vanguardia de la revolución de 1965, los perredeistas (miembros del PRD)
y otros partidarios de Bosch encabezados por Francisco Alberto
Caamaño, se llamaron constitucionalistas (en referencia a su apoyo a la
constitución de 1963). El movimiento contó con algunos oficiales militares
jóvenes entre sus filas. Una combinación de militares reformistas y aguerridos
combatientes civiles salieron a las calles el 24 de abril, tomaron el Palacio
Nacional, e instalaron a José Rafael Molina Ureña como presidente
provisional. La revolución tomó la dimensión de una guerra civil, cuando las
fuerzas conservadoras del ejército, dirigidas por el general Elías Wessin
y Wessin, devolvió el golpe contra los constitucionalistas el 25 de abril.
Estas fuerzas conservadoras se autodenominaron leales. A pesar de
los ataques con tanques y bombardeos aéreos por las fuerzas leales, de todos
modos, los constitucionalistas mantuvieron sus posiciones en la capital, y
extendieron el conflicto para asegurar el control de todo el país.
El 28 de abril, los Estados Unidos intervinieron el país.
El presidente Lyndon B. Johnson envió una fuerza que ascendía a
20,000 militares, para garantizar la seguridad en Santo Domingo y
para restablecer el orden. Johnson había actuado con la firme
creencia de que los constitucionalistas estaban compuesto por comunistas y que
por lo tanto no se podía permitir que llegaran al poder. La intervención fue
concedida en cierta medida debido a una aprobación hemisférica con la creación
de una fuerza de paz auspiciada por la OEA, la cual complementó la
presencia militar estadounidense en la República Dominicana. Un
inicial gobierno provisional fue dirigido por uno de los asesinos de Trujillo, Antonio
Imbert Barrera, más tarde, Héctor García Godoy asume la presidencia
provisional el 3 de septiembre de 1965. Algunos enfrentamientos violentos entre
legitimistas y constitucionalistas continuaron de forma esporádica ya que, una
vez más, las elecciones fueron organizadas.
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