PERSECUSION A CRISTIANOS







La organización británica Release International explica que uno de los países que registra mayores abusos contra la libertad de religión es Arabia Saudí, guardián de los lugares santos islámicos de La Meca y Medina. Arabia Saudí prohíbe todas las demás religiones. Un musulmán declarado 'culpable' de convertirse al cristianismo puede enfrentarse a una sentencia de muerte por apostasía

Mientras los saudíes prohíben toda la literatura cristiana, gastan miles de millones de dólares cada año en propagar el Islam en todo el mundo. 

Hablar mal del Islam en Pakistán acarrea la muerte. Ser cristiano en Sudán asegura una plaza "forzosa" en el ejército. Catorce estudiantes de la Universidad Nasser de Trípoli (Libia) tuvieron la mala idea de convertirse al cristianismo. Hoy se enfrentan a un juicio. 

Son innumerables los casos recogidos en el informe publicado a mediados de octubre por el Gobierno estadounidense. Y sigue: en Irán, por ejemplo, hay "una atmósfera de amenaza para algunas minorías religiosas". Los grupos minoritarios son discriminados a la hora de conseguir un empleo y de acceder a la educación o a una vivienda.

El caso de Arabia Saudí es uno de los más clamorosos del mundo. "No existe libertad de religión en Arabia Saudí", sentencia a las bravas el informe del Gobierno estadounidense refiriéndose a su país aliado. Están prohibidas las manifestaciones religiosas de cualquier religión que no sea la islámica; los misioneros tienen vetada la entrada en el país, y recientemente fueron detenidos unos pastores protestantes por repartir biblias y folletos religiosos.

La libertad religiosa no existe en Arabia Saudí. La ley requiere que todos los ciudadanos deben ser musulmanes. 



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